NIÑOS/AS DE ACOGIDA

miércoles, 22 de abril de 2015

Prejuicios y estereotipos

Consideramos necesario para sensibilizar a los docentes y futuros docentes sobre este colectivo, partir de los estereotipos y prejuicios que forman parte de la cultura tradicional y que muchos de nosotros tenemos. Es fundamental porque a partir de una revisión autocrítica de nuestros estereotipos y prejuicios es como vamos a trabajar principalmente nuestra competencia afectiva y comportamental. Es decir, poner el foco de atención en nosotros y nosotras, no en el colectivo en cuestión.

Algunos de los prejuicios y estereotipos que por lo general se tiene acerca de este colectivo son:

  • Pensar que los niños de acogida se encuentran en esta situación porque sus padres no los quieren.
  • Confundir acogida con adopción.
  • Creer que lo ideal para un niño o niña es vivir con su familia biológica.
  • Atribución causal. Todo lo malo que han vivido estos niños y niñas se les atribuye al colectivo al que pertenecen.
  • Sentir pena y/o sobreproteción victimizando así a los niños y niñas de acogida.
  • Pensar que si el padre o la madre del niño/a está en prisión, el niño o la niña será un delincuente.

Estos son prejuicios y estereotipos que algunos de nosotros y nosotras teníamos. Ahora podemos afirmar que tras la elaboración de este trabajo los  hemos ido eliminando. Una cosa, entre otras muchas,  que hemos aprendido en la asignatura de Competencias Relacionales es que no hay nada mejor ni más eficaz,  que conocer mediante relaciones comunicativas, sin malentendidos, a los distintos colectivos que viven e interactúan en nuestro modelo social. De esta forma, no solo desaparecerán los posibles prejuicios y estereotipos que puedas llevar a cuesta sino que aprendes a reconocer el valor de la diversidad humana y sobre todo el valor de ser persona, porque al fin y al cabo eso es lo que somos cada uno de nosotros, da igual al grupo o grupos de colectivos con el cual nos sintamos identificados. Conociendo e interactuando con este colectivo hemos conseguido adquirir nuestras competencias relacionales y eso lo hemos comprobado porque ahora muestras emociones con respecto a estos niños se han ido modificando a la vez que nuestro comportamiento con ellos y ellas.

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